¿Para quién están indicadas?
Para personas con dientes ligeramente apiñados, algo torcidos, con pequeñas roturas o manchados por diversos factores.
Están contraindicadas en pacientes con bruxismo (apretar dientes) y con un severo apiñamiento (en este caso es necesario recurrir a la ortodoncia).
Colocación de carillas dentales
Primero realizaremos una higiene dental y un estudio de la sonrisa si se necesita.
A continuación, prepara la pieza dental y se pule lo mínimo posible con una fresa para rebajar la capa de esmalte dental,aproximadamente 0,3-0,6 mm que luego repondremos con la carilla.
Cuándo el diente está preparado, crearemos un modelo de silicona de la dentadura con el diente ya rebajado para confeccionar en el laboratorio protésico las carillas que se adaptaran perfectamente a las piezas dentales.
En la siguiente sesión se coloca la carilla mediante un adhesivo especial y definitivo, al cual se le aplica luz polimerizante para finalizar el proceso.
Ventajas de las carillas
Mejoran el aspecto estético de su sonrisa, ya que son capaces de modificar la forma, posición y color de los dientes.
Es el método más conservador y menos invasivo para modificar la estética o diseño de la sonrisa en dientes anteriores.
La resistencia a la abrasión, al desgaste y a la fractura es mucho más alta que en las restauraciones de resina compuesta (empastes blancos).
Son muy biocompatibles, mantienen el color, el brillo y su unión al diente es muy fuerte.
Presentan una superficie perfectamente pulida que dificulta el depósito de placa bacteriana, favoreciendo la salud periodontal.
Preguntas frecuentes
¿Qué tipos de carillas existen?
Porcelana: Sus principales ventajas son su poder de adhesión, resistencia a la abrasión y gran sensación estética. No se desgastan con el tiempo, no pierden el brillo y mantienen intacto su color.
Composite: Se realizan con el material con el que se hacen los empastes estéticos. Con el paso del tiempo se pueden deteriorar, astillar y oscurecer aunque son más económicas, conservan el esmalte intacto y se realizan en una sola sesión.
¿Tienen algún riesgo o molestia?
Al respetar la totalidad del diente no percibe absolutamente ningún tipo de molestias durante el tratamiento.
Además, casi no presenta inconvenientes. Si la carilla se adapta mal, sencillamente se vuelve a hacer otra nueva.
Una vez colocadas, el paciente se olvida que las lleva y puede comer y hablar con normalidad, tratando de evitar siempre el morder cosas excesivamente duras con los dientes tratados.
¿Cuánto dura?
Depende de los hábitos del paciente. Su duración media es de unos 12 años.
En ocasiones, cuando el paciente sufre un impacto fuerte en la boca o muerde algo duro, alguna carilla puede fracturarse o descementarse, en ese caso si la carilla está intacta, se vuelve a adherir.
Si se ha roto, sencillamente se vuelve a hacer otra en poco tiempo.
