Cada tres meses es importante cambiar el cepillo dental ya que entre sus cerdas se acumulan grandes cantidades de bacterias.
La vida de un cepillo de dientes es limitada y no muy larga, debemos tener en cuenta que si seguimos las instrucciones de nuestro dentista de cepillarnos a fondo después de cada comida, las bacterias que eliminamos de nuestra boca pueden quedar, en la mayoría de casos, acumuladas en las partes del cepillo que han tenido contacto con la suciedad. También el mango y el cabezal acumulan restos de dentífrico o la propia cal del agua que usamos. Si no cambiamos a menudo el cepillo de dientes, el cepillado puede ser deficiente y peligroso para nuestra salud dental.
Cada persona debe saber si usa el cepillo que necesita, en función de las características de su salud dental sabrá si tendrá que usar un cepillo de cerdas blandas, medias o duras. Sobre el debate entre cepillo manual o eléctrico, cualquiera de las dos opciones son correctas siempre que la higiene dental se lleve a cabo correctamente.
Por último, no sólo el cepillado es higiene dental, se debe complementar con el uso del hilo o cinta dental para retirar los restos interdentales y también los enjuagues bucales son una buena opción para terminar nuestro ritual de salud bucal.