Parece mentira, algo tan sencillo como el cepillado de dientes no puede tener truco, ¿verdad? Pues si eso es lo que piensas, vas muy equivocado mon amie y es más el cepillado correcto de dientes y encías puede (y debe) marcar un antes y un después en tu higiene oral diaria. Y te lo podemos demostrar ahora y aquí con una siempre reflexión (nos venimos arriba con Sócrates) ¿Cómo puedes evitar los problemas más comunes dentales si no los cepillas y mantienes sanos?
Sí, el cepillado de dientes niños es importante, sí, hay trucos sobre cómo utilizar el cepillo de dientes, sí, existen pasos para lavarse los dientes, y sí, tenemos instrucciones de cómo cepillarte los dientes que sabemos que ahora mismo quieres conocer.
No te hacemos esperar más, vamos a presentarte, por tips, los pasos de tu nueva rutina del cepillado de dientes para que nunca más vuelvas a prestarle poca atención.
1. Usa enjuague bucal antes del cepillado
¿eing? ¿cómo que antes? Has vivido engañado toda tu vida y ahora lo descubres. Pues sí, aunque toda nuestra vida hemos escuchado que el enjuague bucal se usa después del cepillado, los expertos recomiendan lo contrario. “Usar enjuague bucal antes del cepillado puede disminuir considerablemente la carga de bacterias en la boca y por consiguiente, reducir los microorganismos que terminan en las cardas después del cepillado” ¿Cómo te quedas? Nosotros, como profesionales, te decimos que tienen toda la razón, pues hasta ahora te has cepillado los dientes después de comer (esperamos por tu bien que hayas dejado los 40 minutos de los que siempre hemos hablado) sin haber disminuido antes las bacterias y microrganismos de tu boca, así que ya lo sabes, primer tip aprendido, vamos a por el segundo.
2. Cepilla con movimientos cortos en la línea de las encías
No nos olvidemos de cepillar la línea de las encías, que si te suena a chino, es el punto justo donde el diente sale de la encía, esta zona la solemos pasar por alto, pues nos centramos más en cepillar la superficie del diente, y nos olvidamos prácticamente de la parte más importante, pues es en la línea de las encías donde se acumula más sarro y es la zona más sensible próxima a la raíz, por lo que la debemos cuidar muy bien y mantener siempre limpia, vigila sobretodo los restos de comida que se puedan haber quedado atrapados entre los dientes.
3. ¿Has estado enfermo? Cambia el cepillo
Seguramente esto no lo sabías, pero al estar enfermo nuestro cuerpo lucha contra los virus por lo que nuestras defensas en general disminuyen es por este motivo que las bacterias en la boca se multiplican. Una vez dejemos de estar enfermos, el cepillo que hemos estado usando se convierte en mordor por lo que debemos repudiarlo, tirarlo y comprar uno nuevo con el que volver a la normalidad libre de virus y bacterias nuevas. ¿Nos entiendes verdad? A partir de ahora seguro que nos harás caso en este aspecto.
4. Limpia el cepillo
Para evitar contagio con otros microorganismos del entorno, recomendamos muy mucho limpiar el cepillo después de usarlo, por ejemplo con agua o con enjuague bucal. ¿Por qué? Ten en cuenta que muchas veces quedan restos de comida atrapados entre las cerdas del cepillo por lo que si no se extrae irá creando una colonia de bacterias que si no lo vemos a tiempo, nos lo pondremos en la boca, y no solamente esto, sino lo que iremos pasando por todos los rincones y por cada diente pudiendo desencadenar más de un problema de salud dental. ¿Convencido? No te cuesta nada pasar un poco de agua en el cepillo y asegurarte de que no quedan restos de comida ni de pasta de dientes.
5. Cambia el cepillo, pero ¿Cada cuándo?
Generalmente tenemos que cambiar el cepillo cuando las cerdas estén abiertas y ya no cumpla la función que necesitamos que cumpla, que es la de cepillar a la perfección todas y cada una de las piezas dentales. Los cepillos suelen durar una media de entre tres y cuatro meses, pero también depende mucho de la persona y de la fuerza que ejerza al cepillarse.
6. Guarda el cepillo en un lugar adecuado
Sabemos que esto te va a descolocar un poco, pero el lugar idóneo para guardar un cepillo después del cepillado de dientes es un lugar seco, los expertos no recomiendan para nada lugares húmedos, por lo que al lado de la ducha, es uno de los lugares menos recomendables donde guardarlos ¿por qué? Los lugares húmedos favorecen el crecimiento de los microorganismos, es por este motivo que la correcta limpieza de dientes empieza por un buen almacenaje del cepillo.
7. No mezcles los cepillos en un mismo recipiente
Lo sabemos, los cepillos se guardan todos juntos en un vaso para cepillos, te diremos algo, es extraño que aún no hayas recibido ninguna invitación al baile anual de los microorganismos, por que eso es lo que tienes montado en ese vaso, un festival de microorganismos que comparten cepillos, ten muy en cuenta que las cerdas no se pueden tocar entre sí, sino los microrganismos viajan a sus anchas de un cepillo a otro y van aumentando la colonia, si no puedes poner separadores entre ellos para evitar el contacto, utiliza tapones higiénicos de plástico transparente para evitar ese contacto, sabemos que después de leer esto vas a poner solución al asunto.
¿Convencido del todo? No pases por alto el cepillado de dientes, pero ni el tuyo ni el cepillado de dientes de niños, porque sí, a esa edad es importante sentar unas bases firmes de rutina para el cepillado de los dientes y que tomen conciencia de la importancia de evitar las caries y futuros problemas. ¿Os interesa este tema? Si queréis que en próximos posts hablemos de consejos para el cepillado de los dientes de vuestros peques, hacédnoslo saber en comentarios, ¡os leemos! Y nos interesa mucho conocer vuestra opinión para daros siempre lo que vosotros necesitéis en todo momento, a parte de una sonrisa brillante y sana, claro.
¡Hasta la próxima!
Aquí te dejamos la guía definitiva sobre las muelas de juicio.